Traumatización vicaria en psicólogos: cuando el trabajo pesa

¿Cuál es el coste del trabajo de los psicólogos?, ¿Pueden con todo?, ¿Cómo se debe cuidar a los que nos cuidan? Son preguntas que se han respondido en un artículo publicado el pasado mes de febrero en el que se habla sobre el proceso de traumatización vicaria de los psicólogos. En un momento de auge y desestigmatización de la salud mental, nos preguntamos hasta qué punto el trabajo puede producir un desgaste en la propia estabilidad emocional de los terapeutas.

La traumatización vicaria es un fenómeno que afecta a muchos terapeutas debido a la exposición continua a historias de trauma y sufrimiento por parte de sus pacientes. Este tipo de traumatización se produce cuando el terapeuta absorbe emocionalmente el sufrimiento de sus pacientes, lo que puede llevar a consecuencias negativas en su salud mental y bienestar emocional.

Existen una serie de factores protectores y de riesgo que influyen en la vulnerabilidad de los psicólogos a experimentar traumatización vicaria. Identificar y comprender estos factores es crucial para prevenir y gestionar de manera efectiva el impacto del trabajo con pacientes traumatizados.

Entre los factores de riesgo se encuentran la propia historia personal del terapeuta, sus propias experiencias de trauma no resueltas, la falta de apoyo social y emocional, así como la falta de formación específica en el manejo de situaciones de trauma. Los psicólogos que han experimentado traumas en su infancia o en su vida adulta pueden ser más propensos a ser afectados por la traumatización vicaria, ya que su historia personal puede activar sus propias heridas emocionales.

Por otro lado, los factores protectores son aquellos que ayudan a mitigar los efectos negativos de la exposición al trauma de los pacientes. Entre estos factores se encuentran el apoyo de colegas y supervisores, la formación continua en el manejo del trauma, el autocuidado y la práctica de mindfulness, así como el establecimiento de límites claros entre la vida personal y profesional.

El trabajo terapéutico, aunque gratificante, no está exento de costes. Los hallazgos reflejan la paradoja de cuidar al cuidador, subrayando la necesidad de redes de apoyo específicas para estos profesionales y la importancia de que colegios y organizaciones de salud mental implementen programas de prevención, formación e intervención. Asimismo, es necesario llevar a cabo más investigación sobre este tema y trasladar los resultados a la práctica profesional. La calidad y eficacia de la psicoterapia dependen del bienestar de los terapeutas, por lo que es necesario prestar especial atención y enfocar los recursos en aquellos psicoterapeutas que dedican sus vidas a sanar las heridas traumáticas de otros.

La salud mental de los profesionales encargados de proporcionar bienestar a otros, no es inmune al sufrimiento ajeno. En resumen, la traumatización vicaria es un riesgo real para los psicólogos que trabajan con pacientes traumatizados. Es fundamental que los terapeutas identifiquen los factores de riesgo y protectores que influyen en su vulnerabilidad a este fenómeno; tomen medidas activas para proteger su salud mental y bienestar emocional. Al hacerlo, no solo se beneficiarán ellos mismos, sino también sus pacientes y la calidad de su trabajo terapéutico.

Referencias:

Imagen de Drazen Zigic en Freepik

Laura Santi

Psicóloga Sanitaria (Col. AN10267). Área de Adicciones químicas y psicológicas y de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).