Mecanismos psicológicos que se activan en la jubilación

Dependiendo de la persona, la jubilación puede ser un premio o una condena, dependerá de la forma de afrontar esta etapa. Se puede vivir como una etapa llena de alegrías u oportunidades, o se puede vivir como una etapa de declive personal.

Es una etapa vital que supone un cambio trascendental en la vida de una persona. El cese de la actividad laboral, que en muchos casos ha ocupado la mayor parte del tiempo y del esfuerzo personal durante décadas, desencadena una serie de mecanismos psicológicos que pueden tener un impacto profundo en el bienestar emocional y social del individuo.

Muchas personas pasan su vida laboral esperando ansiosamente a que llegue su momento de la jubilación y cuando llega se instalan en una gran incertidumbre. Esta incertidumbre puede generar en la persona inseguridad y angustia, ya que el cambio que se va a producir es muy brusco.

Algunos mecanismos que se activan en la jubilación

Necesidad de redefinir la nueva identidad personal y profesional:

Uno de los primeros mecanismos que se activan tras la jubilación es la necesidad de volver a definir la identidad personal y profesional. Durante la vida laboral, el trabajo no solo proporciona ingresos, sino que también contribuye significativamente a la construcción de la identidad del individuo, ofreciéndole un rol claro dentro de la sociedad (Fernández-Mayoralas et al., 2015). Perder este rol puede generar un sentimiento de vacío y la sensación de pérdida de propósito, pérdida de la identidad que afectará negativamente a la autoestima (Martínez et al., 2018).

Nueva adaptación a las nuevas rutinas y gestión del tiempo libre:

En la jubilación el cambio de horario cambia radicalmente, de una estructura diaria bien definida se pasa a un periodo de tiempo libre muy grande. Este cambio tendrá diversas interpretaciones, dependerá de la persona, pero será asumido como positivo o negativo, teniendo en cuenta que la falta de una estructura temporal puede llevar a la desorganización y en muchos casos a la sensación de inutilidad, lo que aumentará los niveles de ansiedad o depresión. Según Gil y García (2020), muchas personas experimentan una sensación inicial de liberación, pero también pueden enfrentarse a dificultades para establecer una nueva rutina que les proporcione satisfacción y sentido.

Sentimientos de inutilidad y pérdida de relevancia:

Mientras trabajamos, tenemos sensación de contribución y de propósito. Cuando la persona se jubila puede llegar a sentir que no tienen el mismo valor que antes, o por el contrario encontrar un nuevo propósito de vida, como un deporte, una afición. El miedo a dejar de ser útil o relevante en la sociedad es otro mecanismo psicológico que se activa con la jubilación (Díaz Conde et al., 2019), llegando a desencadenar sentimientos de inseguridad y dudas sobre el propio valor.

Modificación en las relaciones interpersonales:

Otro área que se ve modificada es la red social de la persona. La interacción diaria con compañeros de trabajo suele ser una fuente importante de apoyo emocional y social, y su pérdida puede dar lugar a sentimientos de soledad o aislamiento (Martínez et al., 2018). Esto se complica más cuando la vida social de esta persona estaba directa y exclusivamente vinculada al ámbito laboral. Tocará buscar nuevos grupos sociales, y reconstruir sus redes sociales, tarea que para muchos no es fácil.

Ansiedad ante la nueva realidad económica:

Surge la preocupación por si la pensión y los ahorros serán suficientes para mantener el mismo nivel de vida. Esto se agudiza más en aquellos casos donde las pensiones o ahorros no ofrecen un soporte robusto. Esta preocupación financiera puede agravar otros síntomas de ansiedad, afectando la calidad de vida del jubilado.

Búsqueda de nuevos propósitos:

No todo va a ser negativo, la jubilación puede y debe verse como una oportunidad para el desarrollo personal de nuevas inquietudes. Muchas personas van a ser capaz de redefinir nuevos objetivos, encontrar nuevas satisfacciones, aprender nuevos conocimientos, en definitiva tener nuevos hábitos, nuevos hobbies, que ayudarán al jubilado a tener un nivel de bienestar psicológico alto.

Conclusión

Es importante comentar que la jubilación activa una serie de mecanismos psicológicos complejos que pueden tener tanto efectos positivos como negativos en el bienestar del individuo. Sin embargo, con una planificación adecuada, apoyo social y una actitud positiva, la jubilación puede transformarse en una etapa enriquecedora y plena de nuevas oportunidades.
Si te encuentras en una situación que precise de un profesional de la salud mental para ayudarte, no dude en contactar con nosotros.

Referencias

Díaz Conde, M. P., Rodríguez, M. S., & Pérez, A. L. (2019). Estrés y ansiedad en la jubilación: una revisión de estudios en España. Revista de Psicología Aplicada, 7(2), 45-60.
Fernández-Mayoralas, G., Rojo-Pérez, F., & Rodríguez, V. (2015). La jubilación y su impacto psicológico en la población española. Psicología y Salud, 30(1), 23-38.
Gil, R., & García, L. (2020). Nuevos comienzos: cómo afrontar la jubilación de manera positiva. Editorial Síntesis.
Martínez, P., González, J., & Ortiz, A. (2018). Redes sociales y soporte emocional tras la jubilación. Psicología Social, 12(4), 67-80.

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Natalia Avellaneda

Psicóloga Sanitaria (Col. M-18157) y Psicooncóloga. Área de Psicooncología, enfermedades, dolor crónico y cuidados paliativos del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).