Cómo usar la técnica de la rejilla en la toma de decisiones. 

Tomar decisiones es una parte esencial de la vida cotidiana, tanto en el ámbito personal como profesional. Este proceso que a priori parece fácil, puede complicarse dando lugar a bucles entre los que se mezclan emociones, creencias y expectativas. El hecho de que nuestra vida sea una constante toma de decisiones hace indispensable disponer de estrategias de solución de problemas o de toma de decisiones eficaces y ajustadas a nuestras necesidades. Cuando no se dispone de esta valiosa herramienta, se corre el riesgo de dejar la puerta abierta a la incertidumbre así como a un amplio número de emociones negativas que acompañan a ésta.


Para ayudar a las personas a tomar decisiones de manera más estructurada y objetiva, existen diversas herramientas, una de las cuales es la técnica de la rejilla.

Las decisiones pueden clasificarse en dos categorías: programadas y no programadas.


Las decisiones programadas son aquellas rutinarias y repetitivas, por ejemplo cuando compramos un producto que viene defectuoso y decidimos cambiarlo, en este caso no hace falta hacer una rejilla para decidir devolver o cambiar el producto.

Mientras que las no programadas son nuevas y requieren de soluciones específicas. Estas decisiones son las que más se van a beneficiar con la técnica de la rejilla, porque son decisiones que tienen varias variables y factores. Un ejemplo de decisiones no programadas puede ser la elección de un coche nuevo, o la elección de universidad.

Cómo se lleva a cabo la técnica, explicado paso a paso:

  1. Lo primero es tener claro cuál es la decisión que se necesita tomar. Esto incluye especificar los objetivos que se buscan lograr.
  2. Hay que hacer una lista de todas las posibles opciones disponibles. Es fundamental que esta lista sea exhaustiva para asegurarse de que se están considerando todas las posibilidades.
  3. Establecer los criterios de evaluación, es decir, aquellas variables que son relevantes para mi decisión.
  4. Crear la rejilla y asignar una puntuación a cada criterio. Esto puede hacerse en una escala del 1 al 5, donde 5 es la máxima puntuación.
  5. Calcular la puntuación de cada criterio para obtener la puntuación total. La alternativa con el puntaje más alto es generalmente la más favorable.
PRECIO(1-5)PRESTIGIO(1-5)PROXIMIDAD (1-5)PUNTUACIÓN TOTAL
UNIVERSIDAD DON QUIJOTE45211
UNIVERSIDAD QUEVEDO34512
UNIVERSIDAD VELAZQUEZ54413

En consecuencia, cuando tenemos muchas alternativas, el uso de la técnica de la rejilla se convierte en una herramienta poderosa para la toma de decisiones. Al permitir una evaluación estructurada y ponderada de cada opción, facilita la elección más informada y racional posible. No obstante, su efectividad va a depender de que su aplicación sea adecuada y de que la información sea de calidad.

Referencias:


 Hammond, J. S., Keeney, R. L., & Raiffa, H. (1999). Smart Choices: A Practical Guide to Making Better Decisions. Harvard Business Review Press.
 Saaty, T. L. (2008). Decision making with the analytic hierarchy process.
International Journal of Services Sciences, 1(1), 83-98.
 Simon, H. A. (1957). Models of Man: Social and Rational. Wiley.

https://www.ansiedadyestres.es/sites/default/files/rev/ucm/2005/anyes2005a23.pdf

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Natalia Avellaneda

Psicóloga Sanitaria (Col. M-18157) y Psicooncóloga. Área de Psicooncología, enfermedades, dolor crónico y cuidados paliativos del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).