ANSIEDAD EN LA ESPERA DE RESULTADOS ONCOLÓGICOS

El tema que hoy nos ocupa es el de los complicados. Cuando nos toca esperar los resultados de una prueba oncológica no estamos frente a su simple trámite, sino que subimos a una montaña rusa.

¿Qué es la SCANXIETY?

En consulta lo vemos a diario, detectamos cómo sube la ansiedad, aparecen irritabilidad, insomnio, somatización, se desata el miedo a la recaída, y cuidado, esto pasa tanto en pacientes como en familiares. Este proceso se llama SCANXIETY. Este término se comenzó a utilizar desde hace más de una década, se usa para expresar esa ansiedad específica ligada a las pruebas de imagen y a la espera de informes. Se relaciona con el miedo a la recurrencia, la incertidumbre, experiencias previas difíciles y factores logísticos (citas, retrasos, portales con resultados sin acompañamiento clínico).

¿Cómo afecta?

Esta respuesta es parte de la adaptación al cáncer, el paciente percibe una amenaza y se activa el sistema de alarma. Se genera un bucle de pensamientos que está reforzado por la incertidumbre y la sensación de falta de control, la hipervigilancia de los síntomas, las conductas evitativas o al contrario la hiperconsulta. Este pico suele darse en la semana previa y en el tiempo de espera de los resultados. Y mientras en la familia se puede vivir la anticipación a la pérdida, un exceso de cuidados, ansiedad, depresión subclínica, sobrecarga y alteraciones en el sueño, en definitiva un sufrimiento relevante que debemos tener en cuenta. Cuando se les ofrece apoyo psicológico, esta clínica mejora mucho.

¿Qué puede hacer el psicooncólogo en estos casos?

1. Informar de forma clara, en tiempo y en contexto. Está demostrado que la comunicación sanitaria eficaz reduce la ansiedad. Es importante acordar quién va a llamar, acompañar, tener presentes las fechas, ya que esto hará que baje el cortisol de todos.

2. Detectar por parte de otros profesionales médicos, como el oncólogo, el radiólogo, etcétera, y derivar cuando el paciente o la familia pueden necesitar ayuda psicológica, permite que las familias accedan a la ayuda antes, y pasen ese tiempo de espera de forma más tranquila. 

3. Hacer intervención psicológica. La psicoeducación es un primer paso para reducir la ansiedad que genera la incertidumbre, y las técnicas cognitivo-conductuales, la regulación emocional, la terapia de compasión, por ejemplo, también funcionan muy bien para reducir la ansiedad y la depresión.

4. Para esos días de espera, lo que se conoce como “ventana de espera o ventana de tolerancia”, llevar a cabo una serie de pautas ayuda bastante:

·         Planifica rutinas (evita improvisar esos días).

·         Respiración diafragmática (4-4-8) para bajar la tensión.

·         Limita el “tiempo basura o de preocupación” a 15 min/día.

·         Evita Dr. Google: nada de búsquedas compulsivas.

·         Salir a pasear o practicar deporte.

·         Rodearte de familia y amigos. Tener un buen soporte social.

¿Y para el día D y el después?

Y para el día de la prueba, o día D, es importante definir quién o quiénes van a acompañar al paciente. Para estos momentos practicar la respiración profunda, practicar el mindfulness serán técnicas que nos pueden enseñar y que nos ayudarán en esos momentos de máxima tensión.

Mientras llegan los resultados de la prueba es importante mantener los horarios como siempre, el contacto social, las rutinas para no dejar “espacio” a la mente y que comience a rumiar pensamientos negativos. Este periodo es igual de angustioso que los demás.

Una vez nos llegan los resultados, estos pueden venir de varias formas. Si el resultado llega a través del portal médico del Hospital, es importante no hacer interpretaciones ni buscar en Google, comprendo que es algo complejo de manejar, pero hacerlo solo conlleva a pasarlo mal sin necesidad, para ello lo mejor es coger cita con el especialista o esperar al día de consulta para que nos interpreten los resultados. En este proceso podemos volver a poner en práctica todo lo anterior. Si los resultados vienen en sobre cerrado es mejor no abrirlos, pues no somos médicos y seguro cualquier interpretación nos puede llevar a error. Si los resultados los tiene el especialista, ellos sabrán interpretarlos y darnos las mejores opciones según cada caso.

Cuando los resultados son malas noticias es conveniente activar la red social de inmediato y crear un plan de intervención con el hospital y el psicooncólogo. Si las noticias son buenas hay que descargar la tensión mantenida durante este proceso, para ellos el deporte es una gran aliado, la expresión emocional con los más allegados, etcétera.

Referencias

  • National Cancer Institute. Adaptación al cáncer: ansiedad y sufrimiento. Actualizado 2024. 
  • National Cancer Institute. Comunicación en la atención del cáncer. Actualizado 2025. 
  • Bennett K, et al. Scan-Associated Distress in People Affected by Cancer. 2023. 
  • Haug A, et al. Scanxiety in survivors of pancreatic cancer. 2024. 
  • RadiologyInfo.org. Scanxiety.
  • Zhang Y, et al. The efficacy of psychosocial interventions on anxiety and depression among cancer caregivers. 2025. 
  • Ministerio de Sanidad (España). Recomendaciones para la mejora de la atención a pacientes supervivientes de cáncer. 2025. 
  • Memorial Sloan Kettering. Cómo manejar la ansiedad por las exploraciones. 

Imagen de freepik

Natalia Avellaneda

Psicóloga Sanitaria (Col. M-18157) y Psicooncóloga. Área de Psicooncología, enfermedades, dolor crónico y cuidados paliativos del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).