Discurso sobre la Violencia de Género en Adolescentes
Boneta-Sádaba, García-Mingo y Tomás-Forte hicieron un estudio publicado en 2024 que analizaba los discursos de jóvenes españoles sobre la Violencia de Género.
Identificaron cuatro posicionamientos discursivos en torno a la violencia de género:
- Negacionismo articulado: considera que la violencia de género es un invento ideológico y que es un tema urgente contra el que hay que organizarse.
- Feminismo: considera que la violencia de género y el machismo son problemas urgentes de nuestra sociedad y que tienen alta prevalencia en la sociedad actual
- Banalización de la violencia: considera que la violencia de género existe en nuestra sociedad pero no hay que darle respuesta urgentemente ni se debe priorizar por encima de otras cuestiones sociales.
- Individualismo nihilista: aquellos que creen que la violencia de género no existe, pero tampoco creen que haya que oponerse de manera organizada o movilizarse colectivamente.
Entre los adolescentes españoles, identificaron que la mayoría se encuentran repartidos en dos posiciones: feminismo y banalización de la violencia de género. Entre los participantes se aprecia una clara diferencia por género. Ellas se alinean en mayor medida con los postulados del feminismo acerca de la violencia de género y tienen opiniones positivas hacia el feminismo. La postura banalizadora de la violencia de género es la más dominante entre los adolescentes varones porque, creen los autores, les permite negociar su masculinidad e interpretar los cambios sociales.
Teniendo en cuenta que la posición de banalización de la violencia es la más recurrente entre los adolescentes varones, sistematizaron los puntos clave del «argumentario banalizador» de la violencia de género.
Este argumentario se compone de ocho argumentos clave:
- la violencia de género está mal definida.
- las medidas que se toman no son adecuadas.
- muchas de las cosas que recoge han pasado siempre y no es para tanto.
- son cosas que pasan más bien en otros países o épocas.
- es inevitable y no se puede erradicar.
- la víctima también tiene culpa.
- las mujeres también lo hacen.
- que está magnificado mediáticamente.
Estos autores, usan la imagen del espejo curvo para referirnos al conjunto de creencias que tienen los varones adolescentes sobre sí mismos respecto a la violencia de género y que encajan con la matriz negacionista de la violencia de género. Pese a que existe entre los adolescentes varones una franca preocupación por la violencia extrema y un consenso en torno a la idea de que la violencia sexual puede ser un problema, también identificaron creencias que pueden llegar a cimentar el argumentario negacionista. El espejo curvo es como se le ha llamado a la suma de dos patrones de creencias cuando se refieren a la violencia de género: el victimismo masculino y la reacción antifeminista.
El patrón del victimismo masculino se construye sobre la creencia de que los nuevos desarrollos legislativos son negativos para los varones, quienes se han convertido en las auténticas víctimas. La noche en el calabozo se ha convertido en el mito que más ha calado y resume la idea de que los hombres están desprotegidos en un nuevo sistema que los criminaliza y persigue.
El patrón de la reacción antifeminista se cimenta sobre la crítica frontal al feminismo de la cuarta ola, la cuestión de las ayudas públicas de apoyo a las víctimas de la violencia de género y, por último, la asociación del feminismo con “otro” enemigo, del que toda reivindicación supone un ataque directo contra los hombres. Entre los entrevistados, se vieron creencias arraigadas que ven a las supervivientes de violencia y a las mujeres en general como personas malintencionadas y aprovechadas que se ven amparadas por leyes injustas para los hombres, resumidas en la idea de que los hombres son culpables hasta que se demuestre lo contrario.
Conclusión
Muchos adolescentes varones no niegan la existencia de la violencia de género, pero minimizan su importancia. Sin embargo, cuando los adolescentes son interpelados en calidad de varones, y no como ciudadanos, se alinean con posturas negacionistas que forman parte de la política de negación.
https://revistaprismasocial.es/article/view/5224/5824

Laura Santi
Psicóloga Sanitaria (Col. AN10267). Área de Adicciones químicas y psicológicas y de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).