¿Puedo llevar a mi hijo o hija al psicólogo sin el consentimiento del otro progenitor?

La salud mental de los más pequeños y pequeñas de la casa se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de los padres en la actualidad.

Cada vez que nos llaman solicitando una cita para un menor o una menor, hay una frase que siempre se repite: “¿están los padres separados?”. 

En nuestro caso, es imprescindible tener una autorización firmada por ambas partes para que el profesional empiece la intervención con el menor.

En ocasiones ocurre, que en padres separados, uno de los progenitores se opone a llevar al hijo en común a terapia y entonces surge la duda.

¿Es necesario el consentimiento conjunto?

En términos legales, cualquier decisión que esté relacionada con la salud de un menor, recae en la patria potestad que, salvo en casos excepcionales, es compartida por ambos progenitores. 

Que la guarda y custodia sea exclusiva  (materna o paterna) no es suficiente para poder tomar este tipo de decisiones.

¿Qué puedo hacer si mi ex pareja no lo autoriza?

Lo ideal sería hacer un comunicado por escrito al otro progenitor explicándole la necesidad de iniciar una intervención psicológica con el hijo de ambos, de esta manera, dejamos constancia de la comunicación y evitamos que pueda alegar con posterioridad, desconocimiento.

Si aún así, existe una oposición por su parte, el artículo 156 del Código Civil permite instar la vía judicial para conseguir la autorización del Juez, siempre que éste, considere que la intervención psicológica es necesaria y beneficiosa para el menor.

Este procedimiento del artículo 156 del Código civil, llamado “Procedimiento de Jurisdicción Voluntaria”, se inicia con una demanda por la parte interesada que será notificada a la otra parte.

En el juicio, ambas partes explicarán sus argumentos, aportando los documentos que crean necesarios para validar su postura.

El caso se resolverá mediante Auto del Juez en el que se le atribuye a uno de los progenitores la facultad de decidir si el menor debe o no someterse a terapia médica o psicológica.

¿Existen excepciones?

Son varias las excepciones a esta regla:

  • Si uno de los padres está involucrado en un proceso penal por atentar contra la vida o la integridad del menor o del otro progenitor, el consentimiento del no implicado, puede ser suficiente.
  • Una mujer que recibe asistencia en servicios especializados de violencia de género, puede decidir unilateralmente sobre el tratamiento psicológico de sus hijos.

En estos casos, basta con informar al otro progenitor.

Conclusión

La salud mental de los y las menores, es crucial para su desarrollo general. Es fundamental prestar la ayuda necesaria para afrontar y entender los desafíos diarios a los que se enfrentan. 

Ana Villanueva

Recepcionista y Administrativa responsable de la Gestión de Citas y del Triaje de pacientes. Área de Administración del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).

MI TERAPEUTA ES UN ROBOT. INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y PSICOTERAPIA

“Theodore: Quisiera que estuvieras conmigo en este cuarto ahora. Quisiera poder abrazarte, quisiera poder tocarte. 

Samantha: ¿Cómo me tocarías?”

Podría ser el diálogo de cualquier película de amor. Podrían ser dos protagonistas enamorados paseando por la Quinta Avenida. Pero no lo son. Theodore es un hombre solitario y tímido que ha encontrado en Samantha, un dispositivo electrónico que da voz a una inteligencia artificial, la compañía que anhelaba. Ha encontrado en sea voz, el amor. 

¿Y si el amor también pudiera surgir entre un ser humano y una inteligencia artificial? Esta es la pregunta que nos lanza la película “Her”, esa joya cinematográfica de 2013 donde un hombre solitario, Theodore, se enamora de Samantha, un sistema operativo con voz cálida, inteligencia desbordante y una sorprendente capacidad para comprenderle.

Más allá de la ciencia ficción, “Her” nos habla del futuro que ya empieza a asomarse en la psicología: un mundo donde la tecnología no solo acompaña, sino que escucha, observa, aprende… y cuida.

Hoy ya existen aplicaciones que ofrecen apoyo emocional, chatbots que replican conversaciones terapéuticas y algoritmos que detectan signos de ansiedad o depresión antes de que nosotros mismos seamos conscientes. Pero el gran desafío no está solo en programar respuestas lógicas, sino en “crear vínculos significativos”. Y ahí es donde la psicología y la inteligencia artificial se dan la mano.

La IA puede abrir puertas insospechadas: ofrecer compañía a quien se siente solo, asistencia a quienes no tienen acceso a un terapeuta, o simplemente un lugar seguro donde desahogarse sin juicio. Pero también nos obliga a mirar hacia dentro: ¿Qué nos hace humanos? ¿Qué necesitamos de verdad para sanar, conectar, confiar?

“Her” nos recuerda que todos buscamos lo mismo: ser escuchados, ser comprendidos, ser acompañados. Tal vez el futuro no sea elegir entre humanos y máquinas, sino “construir juntos espacios más humanos, con ayuda de la tecnología”.

Porque al final, lo que más nos sana —ya sea con voz humana o sintética— es la presencia que nos dice, sin palabras: «Estoy contigo».

Her (2013) – FilmAffinity

Sebastián Villanueva

Director del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz). Psicólogo Sanitario (Col. M-33875). Responsable del Área de Psicología Afirmativa y Diversidad LGBTIQ+.

Lo bueno está por venir. El valor de afrontar el cambio. 

El día que el fuego arrasó la Fábrica de Botellas de los hermanos Galán Pumpido, Rafael y Santiago miraron por última vez el grabado de forja que colgaba sobre la puerta de entrada. BOTELLAS GALÁN PUMPIDO, SL. Y se abrazaron justo cuando éste se desplomaba sobre un amasijo de cristal, madera y cemento, que era lo que quedaba de aquel sueño que tuvieron poco antes de que su padre falleciera. Vivir del cristal.


Nunca la vida para la familia Galán Pumpido había sido fácil. Pero nunca había sido tan difícil como en aquel momento. Y ahora, los hermanos Rafael y Santiago, para quienes tomar decisiones suponía siempre un desafío, tenían que vérselas de frente con su mayor pesadilla. Decidir sin la ayuda de su padre.
Los hermanos Galán Pumpido durante semanas contemplaron las ruinas de su fábrica, con la esperanza de que un milagro las levantara y todo volviese a ser como siempre. Pero los milagros no existen, no al menos en esta familia.

Para sus vecinos en el pueblo, verlos sentados frente a lo que había sido la fábrica era ya una costumbre. Así, la mayoría de ellos solía llevarles algo de fruta, una cerveza, pan…, para hacerles más llevadero el dolor. Y a la vez, le lanzaban algún mensaje de ánimo.

– Tranquilos, tened paciencia, ya veréis como salís de ésta. Lo bueno está por venir.

– No os preocupéis, ya no puede pasar nada peor. Seguro que pronto viene lo bueno.

– Es una pena lo que os ha pasado, pero ya veréis como lo bueno llegará pronto.

Así, esperando que lo bueno llegara, los hermanos Galán Pumpido dejaron pasar 14 largos meses. 

Pero lo bueno no vino.

– Qué haremos, Rafael? – preguntó Santiago.

– Esperar a que llegue lo bueno – contestó Rafael.

– Y si lo bueno no viene?

– Vendrá. No tienes más que escuchar a la gente del pueblo. Ellos dicen que lo bueno, vendrá.

Una mañana del mes catorce, Santiago jugaba con varios trozos de cristal dispersos por el suelo. Y de repente, se sorprendió al formar con todos ellos una hermosa imagen multicolor.

– Mira, Rafael, podríamos aprovechar el cristal roto para hacer vidrieras para decorar las ventanas de la iglesia, de la escuela, de la biblioteca…Todo el pueblo compraría nuestras vidrieras, no tendríamos que seguir viniendo a quejarnos de nuestra suerte.

– Calla, Santiago. Calla y espera aquí sentado, que lo bueno tiene que estar a punto de llegar.

Pero Santiago no pudo esperarse y en no más de dos meses ya tenía la agenda completa de pedidos. Primero fue el cura Don Ramón quien contrató sus servicios para decorar la Iglesia. El resultado fue tan bonito, que el matrimonio Cadalso de la Higuera le pidió a Santiago que para su casa quería unas vidrieras el doble de bonitas que las del cura. En la escuela colocaron varias decorando las escaleras de la Biblioteca, también en la Casa de la Cultura, e incluso en el Taller de Costura de Doña Rosario Macías. Nadie en el pueblo quedó sin una cristalera que decorase su casa. Y pronto la noticia corrió a los pueblos cercanos, y cada vez a los más alejados…y pronto todo el mundo quería una cristalera de vidrio para decorar sus ventanas.

Santiago Galán Pumpido, exhausto de trabajar, con una cuadrilla de más de veinte jóvenes, y con sus cajones llenos otra vez de dinero, fue en busca de su hermano Rafael, de quien le habían dicho que aún seguía esperando frente a las ruinas de la fábrica de cristal.

Santiago lo vio más viejo, y más delgado. Y más ausente. Y le dijo:

– Hermano, ¿qué haces ahí?

– Sigo esperando que llegue lo bueno – susurró Rafael.

– Ven, sígueme – Santiago cogió a su hermano del brazo y tiró de él. Lo paseó por el pueblo mientras la luz que salía de todas las casas y atravesaba las vidrieras, proporcionaba al paseo una imagen idílica que Rafel no recordaba.

– De dónde sale esa luz? Preguntó.

– De allí. Dijo Santiago señalando una enorme fábrica de vidrieras que en pocos meses se había convertido en su sustento.

Sobre la puerta de entrada de la misma, había un enorme cartel que el propio Santiago había grabado en madera y en el que se leía:

VIDRIERAS  “LO BUENO”.

Thiomucase | 12 tips para afrontar los cambios

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Sebastián Villanueva

Director del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz). Psicólogo Sanitario (Col. M-33875). Responsable del Área de Psicología Afirmativa y Diversidad LGBTIQ+.

El counselling en psicooncología, ¿Qué es eso?

A la pregunta, ¿Qué es el counselluing en psicooncología?, una buena y sencilla definición de qué es el counselling, es aquella que dice que es un “cómo” hacerlo, es decir, son un conjunto de herramientas que aumentan el nivel de
competencia tanto del sanitario como del propio paciente, al menor coste emocional posible.

El counselling en psicooncología, es una intervención psicológica fundamental en el tratamiento integral de pacientes con cáncer. Se sustenta en la filosofía que promueve la equidad, el respeto y la autonomía del paciente. Es una herramienta que
ayuda a hacer más eficaz la comunicación con el paciente, que le ayuda a tomar decisiones y a la búsqueda de nuevas opciones. Pone la confianza en la persona y los recursos con los que cuenta, para que ella misma sea capaz de llevar a cabo los cambios necesarios, sin imposiciones. Es un elemento de persuasión racional, no manipulador, por eso se utilizan las preguntas y la confrontación con el paciente, para que reflexione y tome la decisión que considere más adecuada para sí mismo.

Un paciente diagnosticado de cáncer, que pasa por todo un proceso oncológico, se ha demostrado que no sucumben y por lo tanto son capaces de adaptarse a su nueva situación. A partir de este punto de vista, se comienza a estudiar los factores que
facilitan este tipo de afrontamiento desde la filosofía del counselling.

De hecho, el counselling es, desde hace más de 35 años, la metodología que recomienda la Organización Mundial de la Salud para dar apoyo a los pacientes con VIH, pacientes oncológicos, enfermedades crónicas … Este método, salvando diferencias, ya lo usaba Sócrates con sus alumnos, que usaba la pregunta como método de enseñanza.

A lo largo de las últimas décadas, el counselling ha evolucionado significativamente, integrando diferentes enfoques teóricos y adaptándose a las necesidades cambiantes de los pacientes.

Principios fundamentales del Counselling.

El counselling se basa en varios principios clave que guían la relación terapéutica entre el psicooncólogo, y el paciente.

Uno de los principios fundamentales es la confidencialidad, que garantiza que todo lo compartido durante las sesiones
permanezca privado, creando un espacio seguro para el paciente.

Otro principio es la empatía, la capacidad del psicooncólogo para comprender y compartir los sentimientos del paciente, lo cual es esencial para establecer una relación de confianza.

El respeto por la autonomía del paciente es otro aspecto central del counselling.

Este principio enfatiza la importancia de reconocer el derecho del paciente a tomar decisiones sobre su vida y su proceso terapéutico. El psicooncólogo actúa como un facilitador, ayudando al paciente a explorar sus opciones y desarrollar su capacidad para tomar decisiones informadas.

El impacto del counselling en psicooncología:

El objetivo principal del counselling es ayudar a los pacientes y sus familias a enfrentar las diversas etapas de la enfermedad, desde el diagnóstico hasta el tratamiento, y en algunos casos, el duelo. A continuación, se detalla el impacto del counselling en psicooncología:

  1. Apoyo emocional y reducción de la ansiedad. Mediante el counselling el paciente puede expresar sus miedos, preocupaciones y emociones relacionadas con el diagnóstico y el tratamiento del cáncer.

2. Mejora de la calidad de vida. Al abordar temas como los efectos secundarios del tratamiento, cambios en la imagen corporal o el dolor, los paciente aprenden a desarrollar estrategias de afrontamiento eficaces. Esto permite a los pacientes aprender a manejar mejor los desafíos físicos y emocionales de la enfermedad.

3. Apoyo en la toma de decisiones. El counselling ayuda a los pacientes a tomar decisiones informadas sobre su tratamiento y cuidados.

4. Manejo del dolor y la pérdida. El counselling ayuda a las personas a procesar su dolor y a encontrar formas saludables de continuar con sus vidas tras una pérdida.

5. Apoyo a los cuidadores y la familia. Los cuidadores y familiares se enfrentas a un estrés significativo por el cáncer, y necesitan apoyo emocional. El counselling ofrece un espacio para que los cuidadores expresen sus emociones, aprendan a manejar el estrés y adquieran herramientas para apoyar mejor al paciente.

6. Reducción de la sintomatología psicológica. Si la intervención es temprana se puede prevenir el desarrollo de trastornos psicológicos graves como la depresión o el trastorno de estrés postraumático, ambos trastornos comunes
en pacientes oncológicos.

En resumen

El counselling en psicooncología tiene un impacto profundo y positivo en el bienestar emocional, psicológico y en la calidad de vida de los pacientes con cáncer y sus familias. Al ofrecer un apoyo continuo y centrado en el paciente, se pueden
aliviar muchos de los desafíos emocionales y psicológicos asociados con la enfermedad, promoviendo una mejor adaptación y afrontamiento durante todas las fases del tratamiento.


BIBLIOGRAFÍA:

ARRANZ Y CARRILLO DE ALBORNOZ, P. et al. (2000). Manual de Psico-Oncología.
Madrid: Editorial Nova Sidonia Oncología.
ARRANZ Y CARRILLO DE ALBORNOZ, P y CANCIO LÓPEZ, H. “Counselling:
Habilidades de información y comunicación con el paciente oncológico” en

Manual de Psico-Oncología, Arranz y Carrillo de Albornoz, P. et al. Madrid: Nova Sidonia Oncología.

https://scielo.isciii.es/pdf/fh/v37n3/07articuloespecial02.pdf

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Natalia Avellaneda

Psicóloga Sanitaria (Col. M-18157) y Psicooncóloga. Área de Psicooncología, enfermedades, dolor crónico y cuidados paliativos del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).

¿Es la Salud Mental un problema?

La salud mental en España se ha convertido en un problema

La salud mental en nuestro país, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la sociedad (Salud Mental España, 2023). Con el 34% de la población presentando algún problema de esta índole. En este sentido, la OMS y la OIT (2022) estimaron pérdidas de 12000 millones de días de trabajo anuales debido a la depresión y la ansiedad, lo que supone un impacto económico de un billón de dólares anuales en pérdidas para la economía mundial.  A nivel estatal tenemos la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico) que, en estudios, estima que los costes asociados a problemas de salud mental son importantes, sobre el 4,2% del PIB de nuestro país. 

Con respecto a esta realidad, el año pasado en España se registró un aumento en las bajas laborales por motivos de salud mental, llegando a los 468093 según datos de UGT  (UGT, 2024).

Con este panorama actual, los profesionales advierten lo siguiente: más de la mitad de las personas con problemas de salud mental que necesitan tratamiento, no lo reciben y un porcentaje significativo no recibe el adecuado (Fábregas y col., 2018).

En 2024, a través de los resultados del Barómetro Sanitario realizado por el Ministerio de Sanidad, el 17,6% de las personas entrevistadas habían consultado a profesionales sanitarios por un problema de salud mental. De este 17,6% el 59% había acudido inicialmente a la sanidad pública y el 35,5% a la privada. De estos recibían el 46,4% la atención en la sanidad pública, 46,6% en la privada y un 2,1% en ambas. 

En el caso de las personas atendidas en la pública, el 41% recibió atención principalmente por parte de su médico de atención primaria, el 32,9% por un/a especialista en psiquiatría y el 17,6% por un/a psicólogo/a (CIS, 2024).

Condiciones de la atención sanitaria

Con relación a las condiciones de la atención sanitaria a la salud mental, se han visto muchas desigualdades en torno a la accesibilidad a los tratamientos psicológicos, largas listas de espera y poca frecuencia entre sesiones.

La media de espera para ser atendidos por profesionales de la Psicología Clínica oscila entre uno y tres meses (CSIF, 2024).

Los datos del Ministerio de Sanidad (2024) revelan que las personas con problemas de salud mental realizan alrededor de 1,5 veces más visitas al año a los centros de atención primaria que la población general. Los problemas más frecuentes en las consultas son los trastornos de ansiedad, seguidos de los trastornos del sueño y de los trastornos depresivos. 

El acceso a los servicios de salud mental especializados se limita a la psicopatología moderada o grave, quedando el peso de los problemas de salud mental “comunes” sobre los médicos de atención primaria (Moreno, 2024; OCU, 2024).

Esto supone una sobrecarga para los profesionales de atención primaria, que carecen de los recursos y el tiempo para brindar una atención que necesita un abordaje mucho más amplio del que pueden ofrecer. Como tenemos un sistema de atención primaria saturado, la respuesta a estos problemas suele ser la prescripción de psicofármacos. Esta respuesta supone un problema ya que la OCU ha llegado incluso a manifestar su preocupación por el incremento del consumo de benzodiacepinas en nuestro país. En concreto, España se sitúa como el tercer país de la Unión Europea con mayor consumo de antidepresivos, situándose en quinta posición en cuanto a consumo de sustancias hipnóticas y sedantes (Ministerio de Sanidad, 2024).

Con este escenario, la persona con problemas de salud mental solo puede esperar consumir psicofármacos recetados por su médico de cabecera o recurrir a la sanidad privada. Esta segunda realidad solo disponible si puede afrontar el coste, que de acuerdo a análisis realizados, oscilan entre 50€ y 100€, con un precio medio de 75€ por sesión (CIVIO, 2021). Existen muy pocas ayudas para los usuarios de asistencia privada, en el campo de la salud mental. Por ello, hay muchas personas que no pueden costearse la atención privada, por lo que -con no poca frecuencia- se quedan sin atención (Salud Mental España, 2023). Este hecho, junto con las listas de espera, es uno de los principales problemas mencionados por los usuarios para el acceso a la salud mental (Ministerio de Sanidad, 2024).

Conclusión

La salud mental es un derecho humano básico, ya lo reconoce la OMS (2023), de modo que todas las personas tienen derecho a disfrutar del mejor estado posible con respecto a su salud mental. Esto supone la protección de los riesgos para la salud mental y el derecho a una atención disponible, accesible y de calidad. Por lo tanto, la salud mental es un derecho y no debería ser un privilegio solo para quienes puedan permitirse pagar un tratamiento.

 

Referencias

CIS (2024). Barómetro Sanitario 2024 (tercera oleada). Estudio n.º 3484 Octubre 2024. Centro de Investigaciones Sociológicas. Disponible en: chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.cis.es/documents/d/cis/Ft3484 

CIVIO (2021). Pagar o esperar: cómo Europa y España tratan la ansiedad y la depresión. Salud mental, Sanidad. Disponible en:  https://civio.es/sanidad/2021/03/09/acceso-a-la-salud-mental-en-europaespana/   

Fábregas, M., Tafur, A., Guillén, A., Bolaños, L., Méndez, J.L. y Fernández de Sevilla, P. (2018). Guía de estilo sobre salud mental para medios de comunicación: las palabras sí importan. Madrid: Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA. Disponible en: https://consaludmental.org/centro-documentacion/guia-salud-mental-medios-comunicacion/

Ministerio de Sanidad (2024). Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2023. Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2023. Informes, estudios e investigación. Disponible en: https://www.sanidad.gob.es/estadEstudios/estadisticas/sisInfSanSNS/tablasEstadisticas/InfAnSNS.htm 

Moreno, A. F. (2024). El Papel de los psicólogos clínicos en la atención primaria, de los enfermeros y los farmacéuticos en el manejo de la ansiedad. Atención Primaria Práctica, 6(2), 100191.

OMS (2022). Trastornos mentales. Datos y cifras. Notas descriptivas. Organización Mundial de la Salud. Disponible en: https://www.who.int/es/newsroom/fact-sheets/detail/mental-disorders

OCU (2024). Salud Mental, imprescindible. Salud mental. Organización de Consumidores y Usuarios. Recuperado de: https://www.ocu.org/salud/saludmental/noticias/salud-mental-dia?int_campaign=producthub&int_source=hubv2&int_medium=hubabout&int_content=news&int_term=latest-highlights 

OIT (2022). La OMS y la OIT piden nuevas medidas para abordar los problemas de salud mental en el trabajo. Disponible en: https://www.ilo.org/es/resource/news/la-oms-y-la-oit-piden-nuevas-medidas-para-abordar-los-problemas-de-salud 

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Laura Santi

Psicóloga Sanitaria (Col. AN10267). Área de Adicciones químicas y psicológicas y de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).

De qué forma impacta el estrés en personas con dolor crónico

El dolor es una señal del sistema nervioso de que algo puede estar mal. Es una sensación desagradable, como un pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia que, puede ser agudo o sordo.

Puede sentir dolor en un área o en todas partes del cuerpo y existen dos tipos: agudo y crónico. 

El dolor crónico en la sociedad actual, es una condición de salud compleja que afecta a millones de personas en todo el mundo. El tratamiento del dolor suele requerir de un enfoque multidisciplinario, integrando tanto el manejo físico del dolor como las intervenciones psicológicas.

Para rematar la ecuación, el estrés es un factor significativo que puede intensificar la percepción del dolor y afectar el bienestar general de los pacientes.

La forma de actuar que tiene el estrés puede intensificar el dolor crónico de varias maneras: por un lado, el estrés agudo y crónico puede alterar la percepción del dolor al modificar el procesamiento neurológico en el cerebro, es decir el estrés puede aumentar la sensibilidad al dolor y reducir la capacidad de las personas para manejar el dolor de manera efectiva (Eccleston y Crombez, 2007). Por otro lado, el estrés puede influir en la liberación de neurotransmisores y hormonas, como el cortisol, que están involucrados en la modulación del dolor (Melzack y Wall, 1965).

Investigaciones más relevantes:

1. Un estudio de Sánchez et al. (2018) mostró que los pacientes con fibromialgia experimentan una mayor severidad del dolor en contextos de estrés elevado, lo que sugiere la necesidad de abordar el estrés en el tratamiento de esta condición.

2. Un estudio de Goubert et al. (2004) encontró que el estrés puede aumentar la activación de áreas cerebrales asociadas con la percepción y la emoción del dolor, contribuyendo a una mayor intensidad del dolor experimentado.

3. En un estudio realizado por Vlaeyen y Linton (2000), se observó que el estrés y la ansiedad están fuertemente relacionados con una mayor incapacidad funcional en pacientes con dolor crónico. Los autores sugieren que el estrés puede incrementar el riesgo de desarrollar trastornos asociados al dolor crónico y disminuir la eficacia de los tratamientos convencionales.

4. Un estudio reciente de García et al. (2020) encontró que las intervenciones psicológicas como la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la meditación pueden ser efectivas para reducir el impacto del estrés en el dolor crónico. Estos enfoques ayudan a los pacientes a manejar mejor su estrés y, por ende, a mejorar su percepción del dolor.

Cómo ayuda la Terapia Congnitivo-Conductual

La forma que tenemos de ayudar a estas personas en consulta psicológica, es trabajar con ellas desde la TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL (TTC.) Esta terapia es una de las intervenciones psicológicas más estudiadas y efectivas para el manejo del dolor crónico, ya que ayuda a los pacientes a identificar y modificar pensamientos disfuncionales que pueden aumentar la percepción del dolor y el estrés asociado.

Según Keefe et al. (2004), la TCC puede reducir significativamente el dolor y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Además la práctica de mindfulness y la meditación han mostrado beneficios en el manejo del dolor crónico y el estrés. Estos métodos enseñan a los pacientes a centrarse en el presente y a reducir la reactividad emocional al dolor. Y el entrenamiento en técnicas de relajación pueden ayudar a reducir el estrés y la tensión muscular asociada con el dolor crónico.

Un estudio de Jacobson (1938) demostró que la relajación progresiva puede ser efectiva en la reducción del dolor y el estrés, al disminuir la actividad del sistema nervioso simpático.

Conclusión

El impacto del estrés en el dolor crónico es bastante significativo, intensificando los síntomas y complicando el manejo del dolor. Las intervenciones psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual, ofrecen estrategias efectivas para reducir el impacto del estrés y mejorar el bienestar de los pacientes. Si te encuentras en esta situación o conoces a alguien que pueda estar pasando por esto no dudes en pedir una consulta con nosotros, estaremos encantados de atenderte.

  • Eccleston, C., & Crombez, G. (2007). *Pain and Stress*. Cambridge University Press.
  • García, I., Fernández, J., & Martínez, A. (2020). «Eficacia de la terapia cognitivo-conductual y la meditación en el manejo del dolor crónico». *Revista de Psicología Clínica*, 36(1), 23-34.
  • Goubert, L., Crombez, G., & Van Damme, S. (2004). «The role of stress in the perception of pain». *Journal of Pain Research*, 1(1), 59-65.
  • Jacobson, E. (1938). *Progressive Relaxation*. University of Chicago Press.
  • Keefe, F. J., Barron, J. L., & Huling, A. L. (2004). «Cognitive-behavioral therapy for chronic pain». *Behavior Therapy*, 35(3), 583-595.
  • Kabat-Zinn, J., Lipworth, L., & Burney, R. (1992). «The clinical use of mindfulness meditation for the treatment of chronic pain». *Journal of Behavioral Medicine*, 15(4), 263-280.
  • Melzack, R., & Wall, P. D. (1965). «Pain mechanisms: A new theory». *Science*, 150(3699), 971-979.
  • Sánchez, M., López, A., & Pérez, R. (2018). «El impacto del estrés en la fibromialgia: Un estudio en pacientes españoles». *Revista de Dolor y Cuidados Paliativos*, 14(2), 90-101.
  • Vlaeyen, J. W. S., & Linton, S. J. (2000). «Fear-avoidance and its consequences in chronic musculoskeletal pain: A state of the art». *Pain*, 85(3), 317-332.

https://www.aacademica.org/000-012/689.pdf

https://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1130-52742011000100003&script=sci_arttext

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Natalia Avellaneda

Psicóloga Sanitaria (Col. M-18157) y Psicooncóloga. Área de Psicooncología, enfermedades, dolor crónico y cuidados paliativos del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).

Consecuencias vs Castigos en la educación de nuestr@s Hij@s

En la educación de l@s hij@s, entender la diferencia entre consecuencias vs castigos es fundamental para fomentar un desarrollo emocional saludable. Ambos términos suelen confundirse, pero sus enfoques y efectos a largo plazo son muy distintos. Mientras los castigos buscan corregir comportamientos a través de sanciones, las consecuencias están más enfocadas en enseñar a los niños la relación entre sus acciones y sus resultados, promoviendo la responsabilidad personal.

¿Qué son los castigos y por qué pueden ser contraproducentes?

El castigo, en el contexto de la educación, suele ser una medida disciplinaria que impone sufrimiento o privación como resultado de un comportamiento inadecuado.

Aunque puede lograr resultados inmediatos, los castigos tienden a generar miedo, resentimiento y, en algunos casos, incluso rebeldía. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud, los castigos severos están relacionados con mayores niveles de agresividad y ansiedad en l@s niñ@s.


Por ejemplo, cuando un/a niñ@ rompe algo accidentalmente y recibe un castigo severo, el mensaje que puede recibir es «eres malo» en lugar de «hay que ser cuidadoso». Esto, en lugar de enseñar, genera un ciclo de miedo y culpa, afectando su
autoestima y capacidad de reflexión.

¿Qué son las consecuencias y cómo funcionan?

Por otro lado, las consecuencias tienen un enfoque educativo y natural, se aplican en consonancia con los hechos acontecidos y coherentes con las personas implicadas. Estas pueden ser naturales o lógicas:

Naturales: Resultan directamente de la acción de l@s niñ@s sin intervención de un adulto. Por ejemplo, si no recoge sus juguetes, no podrá jugar con ellos porque están desordenados.

Lógicas: Implican la intervención del adulto, pero de manera relacionada con el comportamiento. Por ejemplo, si el/la niñ@ dibuja en las paredes, la consecuencia lógica sería limpiarlas junto con un adulto.


Al aplicar consecuencias, el mensaje es claro: las acciones tienen efectos, y es importante aprender de ellas. Esto fomenta el desarrollo del pensamiento crítico y la empatía, habilidades esenciales para la vida. A su vez, ayuda al niñ@ a aprender a
anticiparse a las consecuencias por beneficio propio y no por miedo a la reacción de los adultos.

Beneficios de las consecuencias frente a los castigos.


La clave para entender la diferencia entre consecuencias vs castigos es observar sus efectos a largo plazo:

  1. Favorecen la autonomía: Las consecuencias enseñan a l@s niñ@s a reflexionar sobre sus decisiones y aprender de sus errores.
  2. Construyen relaciones saludables: Al evitar el miedo o la imposición, l@s niñ@s se sienten comprendidos y apoyados, fortaleciendo su vínculo con los padres.
  3. Fomentan el respeto mutuo: L@s niñ@s aprenden que las reglas tienen un propósito, en lugar de sentirse controlados.
    Cómo aplicar consecuencias efectivas.
    Sé consistente y justo: Las consecuencias deben ser proporcionales y relacionadas con el comportamiento. Es importante tener presente el aprendizaje final.
    Habla con calma: Las consecuencias no son un castigo emocional, no tienen que ir acompañados de quejas, malos comentarios impregnados de nuestras emociones como adultos. Explica por qué ocurre la consecuencia, ayuda a l@s
    niñ@s a comprender su importancia.
    Brinda apoyo emocional: Evita convertir las consecuencias en castigos disfrazados. En su lugar, acompaña a l@s niñ@s en el proceso de aprender de sus errores, si fuese necesario. Recuerda que la consecuencia no debe estar
    unida a un clima de enfado, rencor y cansancio por parte del adulto.
    Por ejemplo, si un/a niñ@ no termina su tarea a tiempo, una consecuencia lógica sería no poder ver su programa favorito hasta que termine su trabajo. Esto ayuda a desarrollar la disciplina sin necesidad de recurrir a gritos o regaños.

Es importante, para evitar los enfados y la tensión que el enfado genera, entender que las consecuencias no necesariamente deben ser inmediatas.

A veces, los adultos necesitamos gestionar nuestras propias emociones y tomar una decisión sobre qué
consecuencia aplicar a lo acontecido. A su vez, este tiempo nos facilita poder consensuar con el otro progenitor o adultos involucrados en su educación.

Conclusión.


Entender la diferencia entre consecuencias vs castigos puede transformar la forma en que los padres educan a sus hij@s. Al enfocarse en las consecuencias, l@s niñ@s no solo aprenden a asumir la responsabilidad de sus acciones, sino que también
desarrollan habilidades clave para la vida. Si deseas explorar más estrategias educativas, visita nuestro artículo sobre crianza respetuosa. Educar desde la empatía y el aprendizaje, en lugar del miedo, no solo construye mejores relaciones familiares, sino también adultos más seguros y responsables.

https://www.unicef.org/cuba/midete-crianza-respetuosa

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/corporal-punishment-and-health

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Alba Bejarano

Psicóloga Sanitaria (Col. AN08171) especialista en Orientación Educativa. Área Infantojuvenil del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).

Jesús Rivas Marín

Psicólogo Sanitario (Col. AN11016) y Maestro de Educación Especial (Pedagogía Terapéutica). Área Infantojuvenil del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).

RESILIENCIA. ADAPTACIÓN ANTE LA ADVERSIDAD

Resiliencia y adversidad

La resiliencia es la capacidad que tenemos de adaptación a cualquier adversidad y cómo nos reponemos ante ella.

En la Salud Mental sueca hay una palabra que se usa para referirse a los niños y las niñas que, aun habiendo tenido una infancia muy dura y experimentado situaciones difíciles de soportar desde muy pequeños, son capaces de atravesar esos atolladeros y hacer de las cicatrices que les dejaron las heridas, tatuajes en su piel. La palabra es MASKROSBARN. 

Literalmente podría traducirse como “Niños Diente de León”. Y es que “Diente de León” es una planta considerada “mala hierba” cuyas raíces generan un tallo capaz de atravesar el pavimento que lo apisona, para salir a la luz en forma de flor.  A esa capacidad por no dejarse achantar por el duro asfalto y dar con la grieta por donde seguir creciendo hasta salir a la luz, se le llama RESILIENCIA. 

La necesidad de descubrir las características de estos niños expuestos a diversas situaciones adversas o de riesgo pero que, sin embargo, no desarrollaban trastornos psicológicos sino que resultaban fortalecidos, hizo surgir el interés por este concepto de RESILIENCIA (Garmezy, 1991; Luthar, 1993; Rutter, 1985), e inicialmente se definió como un proceso de adaptación positiva ante los sucesos adversos o estresantes que podría ser inferido a partir del nivel de ajuste en diversos ámbitos sociales (familiar, escolar, etc.).

Por lo tanto, la resiliencia no denotaría una invulnerabilidad al estrés sino una persistencia de las competencias funcionales y adaptativas mediante el empleo de estrategias de afrontamiento eficaces (Masten, 2001).

Aunque pueda parecer que la RESILIENCIA es propia de personas excepcionales, diferentes estudios como el de Morán en 2012 (Cultivar la resiliencia. Los aportes de la agricultura urbana a las ciudades en transición | Archivo Digital UPM) concluyen que nos encontramos ante una capacidad presente en la mayoría de nosotros y, por tanto, desde disciplinas como la nuestra, la psicología, abogamos por entenderla, reconocerla y desarrollarla en nuestros pacientes. 

¿Cómo nos adaptamos a las adversidades? Estrategias.

La Resiliencia incluye poseer tanto una buena adaptación interna como externa ante cualquier adversidad que se nos presente, por eso las estrategias que tenemos que usar para favorecer en nosotros esta capacidad son tanto intra como interpersonales, y algunas de las más útiles son:

– Practica el AUTOCUIDADO como factor equilibrante. Cuando la balanza del bienestar tienda a soportar más peso en el estrés, la ansiedad o sintomatología depresiva, una forma de equilibrar dicha asimetría será el cuidado personal, entendido como una serie de hábitos de vida saludables que incluyen desde una dieta sana a procurar un descanso reparador, pasando por el ejercicio físico. 

– Evita las PREOCUPACIONES. Pre/ocuparse consiste en “ocuparnos de asuntos que aún no han sucedido”, y de los que, por lo tanto, aún no podemos ocuparnos. Dedícale tiempo solo a aquello de lo que realmente te puedas ocupar.

– Trabaja tu AUTOESTIMA. En su libro “Enamórate de ti”, Walter Riso, Doctor en Psicología, dice que “El amor a uno mismo es un dique de contención contra el sufrimiento mental” (Walter Riso, 2012), y señala los cuatros pilares básicos de la autoestima que todas las personas tendríamos que desarrollar:

– Autoconcepto (qué piensas de ti)

– Autoimagen (qué opinión tienes de tu aspecto)

– Autorrefuerzo (en qué medida te premias y te gratificas)

– Autoeficacia (cuánta confianza tienes en ti)

– Ejercita la ACEPTACIÓN y no la confundas con la RESIGNACIÓN. Podría decirse que aceptación y resignación son dos conceptos fácilmente confundibles. Ambos parten del mismo punto, un cambio inesperado (ya sea una pérdida, un conflicto, un error, un problema). Sin embargo, la resignación sería un sentimiento que bloquea, paraliza y abruma, y la aceptación tiene un componente más proactivo o resiliente. Si nos imaginásemos a ambas situadas en el mismo punto, la resignación miraría hacia el pasado, y la aceptación hacia el futuro. 

– Practica el AUTOCONOCIMIENTO. Aprende a identificar, nombrar, aceptar y gestionar tus emociones; descubre tus puntos fuertes, tus cualidades y tus defectos y evita la autocrítica y la exigencia desmesurada. Y una forma infalible para poder llevar a cabo este autoconocimiento es la TERAPIA. 

Conclusión

La RESILIENCIA es algo en continuo movimiento, abierto al aprendizaje y sobre todo, moldeable y mejorable a base de entrenamiento. 

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Sebastián Villanueva

Director del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz). Psicólogo Sanitario (Col. M-33875). Responsable del Área de Psicología Afirmativa y Diversidad LGBTIQ+.

¿Por qué no debes sentir culpa por comer alimentos procesados?

En las consultas de nutrición, muchas personas expresan culpa al consumir alimentos procesados. Este sentimiento está relacionado con la creencia de que estos alimentos procesados son perjudiciales, y que comerlos implica un fallo en la
capacidad de llevar una dieta adecuada. Sin embargo, es importante reconocer que vivimos en un entorno en el que los alimentos procesados están por todas partes, haciéndolos accesibles y convenientes. Por tanto, es fundamental que las personas aprendan a no castigarse mentalmente por consumir alimentos procesados.

Aunque es cierto que los alimentos procesados suelen tener un alto contenido en azúcares, grasas y sodio, no es realista pensar que podemos eliminarlos por completo de nuestra dieta. Lo que sí podemos hacer es encontrar un equilibrio,
incluyendo alimentos frescos y nutritivos en nuestras comidas diarias. Sentirse culpable por consumir alimentos procesados no solo afecta el bienestar emocional, sino que también puede desencadenar una relación negativa con la comida. La culpa
al comer alimentos procesados puede convertirse en un ciclo vicioso que nos lleva a comer en exceso, lo que a su vez incrementa los sentimientos de culpa.


Romper este ciclo requiere cambiar la perspectiva sobre los alimentos procesados. En lugar de verlos como “buenos” o “malos”, debemos entenderlos como parte de una dieta equilibrada y flexible. Permitirnos disfrutar de estos alimentos procesados en moderación puede reducir la tensión y la obsesión por comer “perfectamente”.

Aceptar que los alimentos procesados pueden formar parte de una dieta normal y no sentir culpa por ello es un primer paso hacia una relación más saludable con la comida. Además, la falta de actividad física también influye en el tipo de alimentos
que escogemos. Cuando llevamos una vida sedentaria, nuestra energía tiende a ser baja, lo que nos impulsa a buscar fuentes rápidas de energía como los azúcares refinados o las harinas procesadas. No necesitas empezar con grandes rutinas, pero
hacer pequeñas cosas como caminar más o hacer estiramientos puede mejorar tu bienestar general y tus elecciones alimentarias.

Para mejorar nuestra alimentación y reducir el consumo de alimentos procesados, es útil planificar nuestras comidas y tener opciones más saludables a mano. Esto no significa eliminar por completo los alimentos procesados, sino priorizar alimentos
frescos cuando sea posible. También es esencial aprender a identificar cuándo recurrimos a los alimentos procesados por razones emocionales y buscar alternativas más saludables, como técnicas de manejo del estrés. Con estos pasos,
podemos reducir el consumo de alimentos procesados sin sentir culpables porque debido a vivir en un entorno obesogénico hace que sea más difícil llevar una alimentación saludable, pero no imposible. Con pequeños ajustes, una mejor gestión
del estrés y un enfoque más consciente en la actividad física y la cocina, podemos romper el ciclo de culpa y avanzar hacia un estilo de vida equilibrado y sostenible.


Referencias

  • Schulte, E. M., Avena, N. M., & Gearhardt, A. N. (2023). Evidence for food addiction: Behavioral and neurobiological links between food intake and drug use. Obesity, 31(2), 263-270.
    https://doi.org/10.1002/oby.23615
  • Fardet, A., & Rock, E. (2022). Ultra-processed foods and food system sustainability: What are the links? Trends in Food Science & Technology, 120, 18-25.
    https://doi.org/10.1016/j.tifs.2021.12.005Swinburn, B. A., Kraak, V. I., Allender, S., et al. (2019). The
    global syndemic of obesity, undernutrition, and climate change: The Lancet Commission report. The Lancet,
    393(10173), 791-846. https://doi.org/10.1016/S0140-6736(18)32822-8
  • Robinson, E., & O’Connor, S. M. (2022). The role of guilt in unhealthy eating behaviour: The
    emotional eating paradox. Appetite, 168, 105772. https://doi.org/10.1016/j.appet.2021.105772
  • Rozin, P., & Fallon, A. E. (2021). Psychological aspects of the rejection of foods. Why we avoid
    certain foods and why this matters. Trends in Cognitive Sciences, 25(1), 10-20.
    https://doi.org/10.1016/j.tics.2020.11.001
  • Hess, J. M., Jonnalagadda, S. S., & Slavin, J. L. (2020). What is a processed food? The influence
    of food processing on dietary quality. Nutrition Today, 55(1), 55-62.
    https://doi.org/10.1097/NT.0000000000000396

Laura Gallardo

Nutricionista especialista en Nutrición Oncológica, Nutrición en el embarazo y Nutrición deportiva. Área de Nutrición y dietética del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).

Alejandro Cánovas

Nutricionista especialista en Educación Alimentaria, TCA, patologías digestivas y alergias e intolerancias. Área de Nutrición y dietética del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).

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Impacto de los TCA en las familias

Un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) puede afectar a toda la familia, por lo que es normal que las personas que están más estrechamente relacionadas con el paciente puedan tener muchas inquietudes.

Los efectos de estos problemas no se limitan a las consecuencias sobre la persona afectada, sino que añaden un alto grado de disfunción familiar y, sobre todo, de sufrimiento en el entorno.

De esta manera, la convivencia con una persona que sufre un trastorno alimentario puede llegar a ser estresante y supone una gran demanda.

Principales impactos de los TCA en las familias:


Ansiedad y estrés: Los familiares sienten una gran ansiedad ante la posible dependencia de la persona afectada, así como ante los riesgos médicos relacionados con el TCA. Las reacciones emocionales intensas de la persona con el trastorno también generan un ambiente estresante.


 Modificaciones del estilo de vida familiar:
Es común que las familias adapten sus hábitos alimentarios y rutinas para tratar de controlar los síntomas del TCA. Esto puede incluir cambios en qué alimentos se compran, cómo se cocinan y en qué horarios se come.


Aislamiento social: Este tipo de problemática tiende a llevar a un aislamiento, evitando visitas de amigos, salidas a restaurantes y celebraciones de cumpleaños, lo que a su vez, fomenta la disfunción familiar.


Cambios en la dinámica familiar: La familia puede asumir la carga de las responsabilidades que antes pertenecían a la persona afectada, lo que puede llevar a un resentimiento y a una alteración en las dinámicas familiares.


Reducción de la comunicación: La comunicación puede tornarse superficial y centrarse únicamente en la alimentación y el peso, lo cual limita la interacción familiar a temas relacionados con el TCA.


 Estigma social:
Las familias sienten el estigma asociado con los trastornos alimentarios y pueden optar por ocultar la situación a amigos y familiares, lo que añade otra capa de dificultad.

Conclusión


Reconociendo el impacto que un TCA puede tener en la familia, es fundamental realizar una evaluación exhaustiva para entender las necesidades y dificultades en el cuidado del familiar afectado.


Cabe destacar la importancia de, no solo tratar al individuo con un trastorno alimentario, sino también de apoyar a la familia en este proceso. Incluir a los miembros de la familia en la terapia y brindarles recursos adecuados puede ser vital para la recuperación del paciente y para la sanación del entorno familiar. La educación sobre la problemática y el apoyo psicológico para los familiares pueden mejorar significativamente la calidad de vida de todos los involucrados.

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Laura Santi

Psicóloga Sanitaria (Col. AN10267). Área de Adicciones químicas y psicológicas y de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz).